Manos & Pies & Agua

¿Por qué sólo la piel de las manos y los pies se reblandece con el agua?

   La epidermis de las manos y los pies absorben entre 6 y 10 veces su propio peso en agua.

   La piel de estos es más gruesa que la del resto del cuerpo. Está formada por dos capas que  no están unidas, existe un ligero espacio intermedio.

   El contacto prolongado con el agua hace que pierda la delgada película de grasa que protege la epidermis, lo que facilita que el agua pueda filtrarse entre ellas y sea absorbida por las células cutáneas. Eso explica por qué se restablece como la de los garbanzos en remojo.

   Las células se hinchan y, como no lo hacen por igual, la superficie dérmica adquiere el típico aspecto rugoso, áspero y con surcos.

   Pasa lo mismo con las uñas, absorben el agua cambiando de tamaño y por eso los esmaltes se ahuecan.

   Pasar mucho tiempo bajo el agua hidrata la piel, pero solo de momento, ya que todo el exceso de líquido se evapora rápidamente dejándola deshidratada. Pero si se aplica una crema antes de que la piel aya secado, podremos retener parte del liquido que tenemos en nuestra dermis. Por tanto, un buen sistema para mantener la piel con una buena base de agua consiste en aplicar una buena base de crema después del baño o ducha.